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domingo, 29 de abril de 2012

jueves, 26 de abril de 2012



Cada día amanezco más bonita, PERO HOY...¡EXAGERÉ!

lunes, 23 de abril de 2012

"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida"


PABLO NERUDA

sábado, 21 de abril de 2012




    • Domingo
    • 11:00 - 13:30 en UTC-04:30
  • PROGRAMA:

    * Sinfonia Concertante "El Arbol de la vida" - David Carpio
    (Para Quinteto de Musica venezolana, Orquesta y Coro)
    I.- Tempo di pasaje
    II.- A mi querido amigo Chucho (Tempo di vals)
    III.- Moderato "Como Salmodia"

    * Abril 12 - Poema
    - Poema inédito de William Osuna, con música del compositor argentino-venezolano Claudio Triputti, quien llevará la batuta de la orquesta como director invitado. Osuna recitará los textos de su autoría.

    --INTERMEDIO--

    * Requiem de Abril - Yadira Albornoz
    "ESTRENO MUNDIAL"
    - El cierre de este gran evento para honrar a los caídos de abril de 2002, de la reconocida clarinetista, cantante y compositora Yadira Albornoz. El réquiem, figura musical dedicada a los difuntos, está inspirado en el dolor del día 11, la incertidumbre del 12 y el júbilo del 13 por la restitución del hilo constitucional por el Poder Popular.

    Se trata de una obra multiexpresiva que ha sido concebida como un trabajo que integra música, danza, medios audiovisuales y narración”, explica Albornoz acerca de la estructura del réquiem, que se estrena ante el público de la Sala Ríos Reyna con la participación de los músicos de la OFN, un ensamble de tambores culo ‘e puya y un cuerpo de baile.

    .- Orquesta Filarmonica Nacional
    .- Agrupacion de Musica Venezolana Arcano
    .- Grupo Coral "Cantos de America" a cargo de Belen Ojeda

    .- Directores Invitados: Claudio Tripputi - David Carpio


    ACERCA DE LA GALA MUSICAL "TRIBUTO DE ABRIL"

    El Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Compañía Nacional de Música y el Teatro Teresa Carreño invitan al concierto que en conmemoración del décimo aniversario de los sucesos de abril del 2002, este domingo 22 de abril a las 11:00 am en la Sala Ríos Reyna del TTC.

    El evento denominado Tributo de abril tendrá como apertura la Sinfonía Concertante El árbol de la vida, de David Carpio, fundamentada en la eterna lucha entre el bien y el mal. Carpio dirigirá la Orquesta Filarmónica Nacional (OFN) en esta obra que contará con la participación especial de la agrupación de música venezolana Arcano y el grupo coral a cargo de Belén Ojeda.

    La cita para el Tributo de abril es este domingo 22 de abril a las 11:00 am en la Sala Ríos Reyna del TTC. Las entradas están a la venta en la taquilla del teatro


    ACERCA DE LA FUNDACION COMPAÑIA NACIONAL DE MUSICA:

    Dentro de los propósitos, objetivos y funciones de la Fundación Compañía Nacional de Música, está la realización de producciones musicales escénicas que contribuyan a la preservación del repertorio nacional e internacional, fomentando la programación de eventos de alta calidad que privilegien la participación de intérpretes y ejecutantes venezolanos. Propiciar la creación, promoción y difusión del quehacer artístico musical nacional en todas sus pluralidades, desde el conjunto de las distintas expresiones tradicionales y populares; hasta la clásica y contemporánea.

    La Orquesta Filarmónica Nacional fundada en 1987 y que en este año celebra su XXV aniversario, forma parte de la Fundación Compañía Nacional de Música, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

viernes, 20 de abril de 2012

El domingo 22-04-2012, estreno la obra Requiem de Abril en la Sala Ríos Reyna, del TEatro Teresa Carreño, obra contemporanea de la Compositora Yadira Albornoz, director invitado Tripotti, con la Orquesta Filarmonica Nacional - Coro América, 11am, participa también el compositor y director David Carpio con la obra El Árbol de la Vida, asiste, es una fusión en escena de las artes cine, danza y música

sábado, 14 de abril de 2012

...

Nadie es una isla, completo en sí mismo; 
cada hombre es un pedazo de continente,
una parte de la tierra;
si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio, 
o la casa de uno de tus amigos,
o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye
porque estoy ligado a la humanidad;
por consiguiente, nunca hagas preguntar
por quién doblan las campanas:
doblan por tí.

Meditación XVII.
John Donne. 1624




LAS PLAÑIDERAS DE ANTONIO BRICEÑO



Aunque lloren los muertos de otros, el dolor que expresan las mujeres retratadas por Antonio Briceño en el desierto de Sechura, al norte del Piura, en Perú, parece ancestral.

Es como si ellas se supieran las últimas de su especie, como si el fin del mundo comenzara no por las grandes ciudades de las películas apocalípticas, sino por esos paisajes áridos de tanto olvido a los que llegó el fotógrafo caraqueño con la urgencia de querer registrar con su cámara una tradición moribunda: la de las plañideras.

Y al verlas llegar, de negro absoluto, dispuestas a amortajarse y a derramar lágrimas, Briceño supo que el duelo, que el dolor de la ausencia ­aunque no sea propio­ es uno de los rasgos definitorios del ser humano. Y, lo sé, lloró con ellas.

Estas imágenes, que pertenecen a la serie Las plañideras pero que no figuran en la exposición que actualmente ofrece la galería D’Museo del Centro de Arte Los Galpones, son ­como diría el artista­ "nuestras últimas lágrimas" o, quizás, la estúpida negación del hombre moderno a un rito catártico, liberador.

"El encuentro con las plañideras fue una paradoja poderosa. Pese a la circunstancia de ser un llanto invocado y por un dolor que les es ajeno, el llanto de estas `psicomagas’ es indiscutiblemente real y es su autenticidad la que tiene ese poder. Frente a la fuerza tectónica de tal sollozo, no cabe la cuestión de falso o no falso, porque el nudo en la garganta es ya una respuesta", dice el también biólogo y artista que ha centrado su trabajo en la búsqueda de la autenticidad antropológica.

"Como actrices griegas, estas mujeres invocan sus dolores y los hacen derramar. El hecho de que el llanto de una persona tenga un poder curativo sobre otra me hace pensar que la base del dolor humano es siempre la misma: el dolor desconcertante de nuestro inevitable fin", concluye Briceño.

miércoles, 11 de abril de 2012